Siete millones de vidas pueden salvarse con menos consumo de sal

Salud y Medicina 19/03/2023 Redacción IPS
Sal-Emmy-Smith-Unsplash
La mayoría de las personas consumen el doble de los cinco gramos de sal diarios recomendados por la OMS, lo que las expone a un mayor riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

GINEBRA – Las personas en el mundo consumen el doble de la sal que debieran, con grave riesgo para su salud, y si se reduce la ingesta podrían salvarse siete millones de vidas de aquí a 2030, señaló un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgado este jueves 9.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, recordó al presentare el reporte en esta ciudad suiza que “la alimentación malsana es una de las principales causas de muerte y enfermedad a nivel mundial, y la ingesta excesiva de sodio es culpable en gran medida”.

En su primer informe de este tipo, “Global report on sodium intake reduction” (Informe mundial sobre la reducción de la ingesta de sodio), la OMS destaca que se está lejos de la meta mundial de reducir la ingesta de sodio en 30 % para 2025.

El sodio, pese a ser un nutriente esencial, incrementa el riesgo de cardiopatías, como los accidentes cerebrovasculares, y de muerte prematura cuando se toma en exceso.

La fuente principal de sodio es la sal de mesa (cloruro de sodio), pero otros condimentos, como el glutamato de sodio, también lo contienen.

La ingesta media mundial de sal se estima en 10,8 gramos diarios, más del doble de lo recomendado por la OMS: menos de cinco gramos (una cucharadita) al día.

En el informe se demuestra que solo el cinco por ciento de los Estados miembros de la OMS están protegidos por políticas obligatorias e integrales de reducción de sodio y que 73 % no aplican plenamente dichas políticas.

Actualmente solo nueve países (Arabia Saudita, Brasil, Chile, España, Lituania, Malasia, México, República Checa y Uruguay) cuentan con un conjunto integral de políticas recomendadas para reducir la ingesta de sodio.

Tedros dijo que “este informe deja patente que la mayoría de los países todavía no han adoptado ninguna política obligatoria de reducción de sodio, por lo que sus poblaciones corren riesgo de sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud”.

La OMS “insta a todos los países a poner en marcha las ‘mejores inversiones’ para la reducción de sodio, y a los fabricantes a aplicar los valores de referencia de la organización para el contenido de sodio en los alimentos”, agregó.

Se estima que la introducción de políticas de reducción de sodio, todas ellas sumamente costoeficaces, podría salvar la vida de unos siete millones de personas de aquí a 2030, al tratarse de un componente importante de las medidas para lograr una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En el ODS3, Salud y bienestar, la meta 3.4 propone reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles, mediante la prevención y el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar

También Tom Frieden, Presidente de Resolve to Save Lives, una organización que colabora con los países para prevenir millones de muertes por enfermedades cardiovasculares, dijo que “existen medidas de reconocida eficacia e innovaciones importantes, como sales bajas en sodio, que los gobiernos pueden aplicar”.

“Es necesario tomar medidas, ya mismo, o serán muchas más las personas que tendrán infartos y accidentes cerebrovasculares, discapacitantes o mortales, que podrían haberse evitado”, insistió Frieden.

El enfoque integral que propone la OMS plantea en primer lugar reformular los alimentos elaborados para que contengan menos sal, y establecer metas sobre la cantidad de sodio en los alimentos y las porciones.

Luego, establecer políticas públicas de compra de alimentos para limitar los alimentos ricos en sal o sodio en instituciones públicas como hospitales, escuelas, lugares de trabajo y hogares de ancianos.

Otra propuesta es introducir el etiquetado frontal en los envases, para ayudar a los consumidores a seleccionar productos con bajo contenido en sodio.

También, realizar campañas de comunicación y en los medios de difusión que insten a un cambio de comportamiento para reducir el consumo de sal y sodio.

Finalmente, se alienta a los países a establecer metas sobre el contenido de sodio en los alimentos procesados, en consonancia con los valores de referencia mundiales de la OMS, y hacerlos cumplir.

A-E/HM

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