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Nelson Rojas: POLITICA EN POSITIVO

Opinión 26/03/2023 Nelson Rojas Gutiérrez

PENSAR, DECIR Y HACER  
POLITICA EN POSITIVO
Nelson Rojas [email protected]

“Es difícil pero no imposible, vencer a los necios que toman las dificultades como lecciones de crecimiento personal” J. Loaiza

 


Se ha dicho y escrito muchísimas veces que la política es el arte de lo impredecible, que lo afirmado hoy ya no es valido mañana. Que hasta lo seguro puede resultar desierto. Las acciones políticas son a veces efímeras y no resultan sostenibles en el tiempo. 

Como lo dijo en una de sus frases famosas, Pablo Picasso: “ Una fotografía no es la pesona”. Todo es según el color del cristal con que se mira; la política es rica en contenidos muy complejos, y con elementos dispersos, que requieren ser pensados, estudiados, investigados y analizados con asertividad y verdad en alto grado positivo;  cada arista, todo fenómeno y todas las acciones dentro del espectro vivificante de la política, son la clave  para la toma de decisiones. Hoy los partidos políticos han degradado la política. O mejor dicho muchos de sus adláteres han condenado a sus organizaciones políticas al basurero de la historia. 

Es de Perogrullo que los partidos constituyen  la estructura humana organizacional, para lograr el poder político. Representan la bandera, la semiótica, es decir  los símbolos de todo lo que profesan dentro del marco de las ideologías y de la idealización del concepto filosófico doctrinario que profesan  como visión  frente al problema país, partiendo del país que se tiene para alcanzar al país que se quiere. El país, la sociedad,  el estado, el gobierno y los partidos requieren de una gran revisión. Lamentablemente hay una locura colectiva entre los valores que se predican y las conductas que luego se observan en esa clase política anclada y atomizada, que viven de la política pero no para ella.

Esos que tienen un partido político sólo para incrementar sus proyectos económicos, pero son incapaces de batallar por los derechos del pueblo más pobre, honesto, humilde y trabajador, que soporta toda la avalancha indetenible de la tormenta económica –financiera, agravada ahora por los coletazos de  una bochornosa la corrupción. El principio del bien común, como derecho fundamental es solo aplicado en la demagogia del discurso provisto de un contenido social atiborrado de sofismas; de razones aparentes pero absurdas que  el pueblo no las asimila porque no las ve, no la siente y nunca  la vive. 

Creo que la indolencia, la hipocresía política, y la corrupción, le hacen mucho daño a la cotidianidad del pueblo que anda con sus necesidades básicas insatisfechas.  Que no venga ahora la oposición a salir de sus compartimientos estancos, a lanzar espasmódicos discursos de salvación como si fueran Santos Iluminados predestinados  a salvar a Venezuela de la cultura aviesa de la corrupción.  Es como “Cachicamo diciéndole a Morrocoy conchudo”. La corrupción es un bodrio, una cultura maligna, es como un  virus que penetra sin freno en todas las esferas del gobierno. El Ejecutivo Nacional, como gobierno ha de garantizar la gobernabilidad. 

No tiene otra alternativa sino investigar a fondo, con firmeza y mano dura  este flagelo que debe enfrentar y combatir a fondo. Se trata de intervenir todas las estructuras de gobierno, a  todos los niveles: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, meter la lupa en los Estados y Municipios; que se imponga la justicia y se restablezca el orden en la administración económica y financiera del país. Ya basta de esa nefasta política  “Dejar hacer y dejar pasar”. 

Los vulgares hechos de corrupción cometidos por funcionarios del más alto nivel del gobierno; al igual que los desmanes de un sector de la oposición que fueron a Washington en calidad de políticos venezolanos de alto cuño, a solicitar sanciones y bloqueo contra el páis, que se adueñaron de Citgo y  Monomeros, que negociaron nuestro oro a Inglaterra y violentaron PDVSA; sobre esto el país exige resultados. No deben quedarse solo en el bullicio mediático. La situación país no está para saltos al vacío. Está llegando el momento para dirimir la situación país a través   de una gran Concertación Nacional, donde las inteligencias le hablen a otras inteligencias y  produzcan resultados.

Si la clase política actual, no la promueve, es seguro  que el pueblo organizado y posicionado,  tome las riendas y la acometa. La política no debe perderse en la nada y ha de aplicarse en positivo. El autentico titular del poder es el pueblo y cuando  éste despierte de su paciente  modorra, el panorama político   va a comenzar a cambiar, para lo grande y  lo bueno.  Ojo avizor.


nelson rojas

Nelson Rojas: Dirije la columna PENSAR, DECIR Y HACER. Profesor, critico y columnista de la prensa escrita y digital.
[email protected] 

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