Colegas de la Directiva Nacional del Colegio Nacional de Periodistas

Colegas de la Seccional Miranda del Colegio Nacional de Periodistas

En especial a su Secretaria General, por quien hacemos votos por su recuperación

Estimados Colegas


Señoras y señores


Hoy el Colegio Nacional de Periodistas seccional Miranda, me ha conferido el honor de ocupar esta tribuna para conmemorar nuestro día.



Más que una distinción, es importante para mí porque representa una oportunidad para referirme a situaciones que han convertido a nuestro país en una referencia negativa de lo que no debe pasar en una nación cuando se quiere preservar los principios fundamentales de una democracia y del respeto que el Estado debe conferirle a los derechos de la ciudadanía.



Los periodistas somos responsables de transmitir las informaciones de interés público, con veracidad y honestidad, sin más restricciones que aquellas que impone el Código de Ética Profesional y en concordancia con lo establecido en el Artículo 57 de nuestra Constitución Nacional, que establece que “toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura”.



Sin embargo, este mandato constitucional se ha convertido en letra muerta en Venezuela desde hace muchos años y colegas y comunicadores de diversos medios han sido perseguidos y apresados por publicar informaciones sobre hechos de connotación nacional que constituyen delito y tienen relevancia que trasciende nuestras fronteras.



2022 fue el año con más cierres de emisoras de radio en todo el país. Más de cien estaciones fueron visitadas o recibieron una llamada desde el órgano de censura del Gobierno como es Conatel, ordenando apagar los micrófonos. 



Con estas órdenes se silenciaron centenares de espacios que servían como catalizadores de problemas locales, entretenimiento y conexión, en un pueblo cada vez más aislado de sus derechos fundamentales de información.



En las grandes ciudades de Venezuela sobreviven algunas estaciones de radio y televisión, que se someten a estrictos controles de autocensura, sin garantías de sobrevivir a órdenes superiores destinadas a clausurar programas.



Ante esta situación no podemos ser indiferentes, los periodistas debemos luchar por devolverle a nuestro país estos valores que son fundamentales para el cabal ejercicio de la democracia.


El colegio ha sido claro al expresarle al Ejecutivo Nacional su rechazo por la detención del periodista Carlos Julio Rojas y ha denunciado que entre el 1º de enero y el 30 de abril de este año se han contabilizado 62 casos de ataques a la prensa.



El Colegio Nacional de Periodistas, mediante un comunicado de su Junta Directiva Nacional, se ha declarado en alerta máxima y ha hecho un llamado a sus agremiados a rechazar activamente el proyecto de la así llamada Ley Antifascista, presentada por la vicepresidencia de la República, y aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional, por constituir un torniquete definitivo a algunos derechos esenciales para la sociedad. Derechos garantizados por la Constitución de 1999 y los pactos internacionales suscritos por el Estado venezolano, como lo son el de la libertad de expresión, de pensamiento, de asociación, de cátedra y de disenso, todos ellos característicos de la democracia participativa, tal como lo establece nuestra carta magna.



El Colegio ha reiterado que, confía en que estos señalamientos ayuden a aclarar nuestra posición ante un anteproyecto que afectaría directamente la libertad de expresión de los venezolanos en general, incluyendo a los mismos parlamentarios que la están apoyando, puesto que no se puede dejar a la discrecionalidad y a la subjetividad de organismos dependientes del Ejecutivo nacional, fiscales del Ministerio Público u organismos de administración de justicia, unos supuestos de hechos punibles indefinidos, con una gran carga sancionatoria, que incluye prisión, inhabilitaciones, suspensión inmediata de concesiones, multas desproporcionadas, todo en detrimento del pluralismo, de la diversidad de ideas, del derecho a las comunidades a estar debidamente informadas sobre asuntos de interés público, sin censura previa ni autocensura, porque informar no es delito.



Hoy tampoco podemos obviar el caso del periodista Omar González Moreno, para quien la seccional del Colegio del Estado Anzoategui ha pedido al Gobierno Nacional revisar su situación. Este colega ha sido injustamente perseguido por pensar distinto a quienes obstentan el poder y se encuentra refugiado en la Embajada de Argentina a la espera de un salvoconducto.



Las autoridades venezolanas deben detener su cruzada contra los medios independientes. Las represalias contra las investigaciones periodisticas publicadas sobre corrupción gubernamental de alto nivel son intolerables”, afirmó recientemente Carlos Martínez de la Serna, director del Comite Internacional de Protección a Periodistas, en Nueva York. “El acoso debe cesar y las autoridades deben permitir que todos los periodistas realicen su trabajo sin restricciones”.



Es una pena que Venezuela sea reseñada por el Comité Internacional de Protección a Periodistas, como uno de los paises donde se vulnera más la libertad de expresión y se persigue a los comunicadores sociales.



A nivel internacional 320 periodistas se encontraban en prisión al 1 de diciembre de 2023 según los datos del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). Este número fue el segundo más alto registrado por el CPJ desde que la organización comenzó a recolectar estos datos en 1992.



De acuerdo con el CPJ, muchos periodistas "se enfrentan a restricciones de su libertad incluso después de que han cumplido su condena. Esto no solamente impacta a sus medios de vida, sino que además permite que Gobiernos represivos continúen silenciando sus voces".



El encarcelamiento de periodistas es un método de represión utilizado en cerca de la mitad de los países del mundo. Durante los últimos cinco años, al menos un periodista ha sido detenido debido a su trabajo en 86 países.



En 2023, 779 periodistas han estado recluidos en alguna cárcel y 547 permanecen entre rejas (o en arresto domiciliario) en 45 países. Las condenas dictadas este año contra periodistas van desde una semana hasta 20 años de prisión.



China sigue siendo la mayor cárcel de periodistas del mundo, con 121 reporteros presos. Le sigue Birmania (69), que, además, ha impuesto este año la sentencia más dura contra un profesional de los medios, y ha condenado a 20 años de cárcel al fotoperiodista Sai Zaw Thaike, supuestamente por «desinformación» y «sedición», entre otros cargos.



Recuerdo con nostalgia que cuando comencé a militar en el año 1964 en la Asociación Venezolana de Periodistas, recibimos con beneplácito que en la Cuarta Convención realizada ese mismo año se acordó establecer el 27 de junio como Día del Periodista en Venezuela, en conmemoración a la aparición en 1818 de la primera edición de “El Correo del Orinoco”, periódico creado por Simón Bolívar, Juan Germán Roscio, y Cristóbal Mendoza entre otros ilustres venezolanos y que circuló hasta el 23 de marzo de 1822.



Pero esta conmemoración no puede ser esclusivamente para festejar esta fecha, sino para reiterar nuestro compromiso de luchar por el rescate del derecho que tenemos a publicar la verdad de una manera oportuna y también en homenaje a aquellos colegas que han comprometido su vida y su libertad por este propósito.



Recuerdo con orgullo las jornadas realizadas que concluyeron con la aprobación de la Ley de Ejercicio del Periodismo, promulgada por el entonces Congreso Nacional en 1994. La Ley de Ejercicio del Periodismo ratificó el 27 de junio como el Día Nacional del Periodista. Así como reconoce el 8 de septiembre como el Día Internacional del Periodista, que conmemora la ejecución del periodista checo Julius Fucik por los nazis.



Muchos han sido los periodistas que han quedado registrados en la historia nacional con la premisa de la libertad de prensa. Incluso aquellos que por su ejercicio han sufrido el destierro; vaya para ellos nuestro respeto y admiración.



Por otra parte recordamos que el Periodista tiene la obligación de propender a estimular los establecido en el Artículo 132 de nuestra constitución que establece que “toda persona tiene el deber de cumplir sus responsabilidades sociales y participar solidariamente en la vida política, civil y comunitaria del país, promoviendo y defendiendo los derechos humanos como fundamento de la convivencia democrática y de la paz social”.



La historia universal del periodismo es un fascinante recorrido por la evolución de la comunicación y el acceso a la información a lo largo de los siglos.



Desde sus inicios rudimentarios hasta su actual estado digitalizado, el periodismo ha transformado la forma en que comprendemos el mundo que nos rodea.



La invención de la imprenta por Johannes Gutenberg en 1440 marcó un hito fundamental en la historia universal del periodismo. Por primera vez, la información pudo reproducirse y distribuirse en forma masiva dando lugar a la aparición de los primeros periódicos en Europa.



El siglo 18 vio el surgimiento del periodismo moderno, caracterizado por la independencia editorial, la búsqueda de la objetividad y la defensa de la libertad de expresión.



Figuras como John Peter Zenger en Estados Unidos y Thomas Paine en Inglaterra dieron ejemplo en la defensa del derecho a informar sin censura.


La Revolución Industrial del siglo 19 impulsó el crecimiento del periodismo de masas. Los periódicos se abarataron y se hicieron más accesibles, llegando a un público mucho más amplio.



El siglo 20 vio nacer nuevos medios de comunicación que transformaron el panorama del periodismo. La radio y la televisión se convirtieron en fuentes de información inmediata, mientras que la prensa escrita se adaptaba a estos nuevos formatos.



La Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría marcaron un período de gran tensión informativa, donde la propaganda y la censura jugaron un papel importante.



La llegada de Internet a finales del siglo XX revolucionó el periodismo por completo. La información se volvió instantánea y global, y el acceso a las noticias se democratizó. Surgieron nuevos medios digitales que desafiaron el modelo tradicional de la prensa escrita.



En la actualidad, el periodismo enfrenta nuevos desafíos en un entorno digital en constante cambio. La desinformación, la polarización política y la pérdida de confianza en los medios son algunos de los obstáculos que enfrenta la profesión.



Sin embargo, el periodismo sigue siendo una herramienta fundamental para informar a la ciudadanía, defender la libertad de expresión y promover la democracia.



A pesar de los retos, el periodismo es un instrumento insustituible para la democracia y la sociedad puesto que informa, educa, denuncia y da voz a todos los ciudadanos.



La historia del periodismo es un viaje apasionante que refleja la evolución de la humanidad. Desde las gacetas hasta las redes sociales, el periodismo ha sido un pilar fundamental para informar, educar y empoderar a las sociedades.



Hoy en día, enfrenta nuevos desafíos en la era digital, pero su rol sigue siendo crucial para la construcción de una sociedad libre, justa y democrática.



Es necesario reseñar a nivel internacional la creación de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano que fue establecida en Cartagena, Colombia, el 25 de junio de 1994 como resultado de una antigua preocupación de Gabriel García Márquez - quien se inició como reportero antes de darse a conocer como escritor -,para estimular la vocacion, la ética y la buena narración en el periodismo.


La primera actividad de esta Fundacion. fue el encuentro internacional que organizó conjuntamente con el Comité de Protección de Periodistas en Nueva York en marzo de 1995, para tratar el tema de la libertad de prensa y la protección de la actividad periodística.


El periodismo en Venezuela ha transitado por un camino lleno de retos, transformaciones y un rol fundamental en la construcción de la nación. Desde sus inicios como herramienta de lucha independentista hasta la actualidad, ha estado marcado por la búsqueda de la libertad de expresión en un entorno complejo, la prensa venezolana ha sido testigo y protagonista de la historia del país. La prensa en Venezuela gozó de relativa libertad durante los primeros años de la democracia, contribuyendo al debate público y la transparencia.


Hoy la prensa se enfrenta a desafíos como la verificación de la información, la sostenibilidad económica y la competencia con las redes sociales.


La lucha por la libertad de expresión continúa siendo un tema central en el periodismo venezolano, en un contexto de polarización política y control estatal sobre la información.


Por eso es que el Colegio Nacional de Periodistas es una institución fundamental en Venezuela, por que no solo se encarga de defender los derechos de los periodistas, promover la etica y el profesionalismo, regular el ejercicio de la profesión ante el incremento creciente de la pirateria, ofrecer servicios a sus agremiados a traves del Instituto de Previsión Social, sino que su tarea fundamental debe ser liderar las luchas por el rescate de la democracia y la libertad de expresión.


Yo me he hecho un examen introspectivo sobre cual ha sido mi rol en esta profesión desde que me inscribí en la Asociación Venezolana de Periodistas y mi participación en las luchas gremiales para la creación de este colegio.


Quizás pueda parecer pedante al mencionar que fundé el primer diario en este estado el 4 de julio de 1966 que es LA VOZ y que ya trascendió sus fronteras regionales para circular en otras latitudes nacionales.


LA VOZ es uno de los pocos diarios que circula en el pais. La mayoría de los rotativos y los largos tirajes de medios impresos que otrora circulaban por toda Venezuela en los kioscos y mediante pregoneros desaparecieron. La distribución de insumos controlada y centralizada hace unos años por el Estado venezolano y la asfixia financiera producto no solo de la crisis de los medios de comunicación sino de los aranceles de más del 38 por ciento aplicados a los insumos, merman las posibilidades para que los medios de papel continuen con su labor informativa.


Más de 100 periódicos han desaparecido en los ultimos años en Venezuela. De esa manera se ha consolidado la era oscura de los medios impresos, que sorteando entre las restricciones de acceso a los suministros y las presiones externas de censura, terminaron en los pocos periodicos que hemos podido subsistir en el mejor de los casos, al reducir los tirajes, y las páginas.


Para el mes de abril de 2021, solo 20 medios impresos se encontraban circulando en Anzoátegui, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Táchira, Vargas y el área metropolitana de Caracas, porque disponian de inventarios de papel, aunque en la mayoria de ellos sus ejemplares pasaron de ser de largos tirajes de información y noticias, a escasas páginas atestadas de esfuerzo y supervivencia. Otros en cambio, no lograron sortear los obstáculos, y se extinguieron, por lo menos en su versión impresa, como fue el caso del Diario La Región fundado por mi en esta ciudad en 1983.


Me corrrespondió en 1988 el honor de haber sido elegido como Diputado al Congreso Nacional de ese entonces y como Vicepresidente de la Comisión de Medios que presidia el recordado colega Oscar Yanez tomamos iniciativas para defender esta profesión y oponernos a cualquier medida restrictiva del ejercicio profesional.


Hoy llegar a los kioscos del pais con un escenario de escasez de insumos, los altos precios del combustible, de los repuestos para los vehículos de distribución, más la escasa presencia de dinero en efectivo en las calles para que los ciudadanos adquieran los ejemplares, muestra un panorama lo suficientemente sombrio para que la información circule por este formato.


Toda esta realidad ha conllevado que las localidades alejadas de los centros metropolitanos, ya no tengan presencia de medios impresos.


Así como los medios tradicionales en todo el mundo se enfrentan a los nuevos retos de la digitalización, los medios en Venezuela no escapan a esta realidad, aunque a diferencia del resto de la mayoría de las naciones, las empresas informativas en el país debieron migrar a otras plataformas producto de la persecución y las limitaciones ejercidas desde el Estado venezolano contra las voces críticas.


La lucha en Venezuela por el rescate de la libertad de expresión y de la democracia está en un momento crucial. Hay que enfrentar con valentía los retos que tenemos por delante, recordando los episodios ejemplarizantes como lo fue el caso Watergate, que se desarrolló entre 1972 y 1974, y que fue un punto de inflexión crucial para el periodismo y su rol en la sociedad. Este caso, que involucró espionaje, sabotaje, abuso de poder y obstrucción a la justicia por parte del gobierno del presidente Richard Nixon en los Estados Unidos, puso a prueba la independencia y tenacidad de la prensa, y a su vez, la consolidó como un pilar fundamental para la democracia norteamericana.


Aquellos dos jóvenes periodistas del diario Washington Post, Bob Woodward y Carl Bernstein, quienes fueron los protagonistas principales de la investigación que destapó el escándalo, guiados por una fuente anónima conocida como "Garganta Profunda", se embarcaron en una ardua tarea de recopilación de información, enfrentando presiones, amenazas e incluso el riesgo de sus propias vidas.


A pesar de los obstáculos, su trabajo periodístico meticuloso y valiente permitió revelar la trama de corrupción y abusos que envolvía a la administración norteamericana. Sus artículos en el Washington Post, junto con la posterior investigación del Congreso de los Estados Unidos, generaron una ola de indignación pública que condujo a la renuncia del presidente Nixon en 1974.


El Watergate evidenció el poder del periodismo de investigación para sacar a la luz la corrupción y los abusos de poder en las más altas esferas del gobierno. Se convirtió en un ejemplo emblemático de la importancia de una prensa libre e independiente para la defensa de la democracia.


El caso también resaltó la importancia de proteger las fuentes confidenciales, quienes a menudo arriesgan su seguridad para revelar información crucial al interés público. La protección de las fuentes es fundamental para garantizar que los periodistas puedan investigar sin intimidaciones.


El Watergate dejó claro que ningún poder, ni siquiera el del presidente de la republica, está por encima de la ley. El periodismo juega un papel vital en vigilar a los poderosos y garantizar que sean responsables de sus actos.


El caso también puso de relieve la importancia de la ética periodística. Woodward y Bernstein, a pesar de las dificultades, se mantuvieron comprometidos con la verdad y la precisión en sus reportajes, sentando un precedente para las generaciones futuras.

Tambien quiero recordar que arremeter contra la prensa y los periodistas utilizando el Poder Judicial en Venezuela, no es una politica nueva aunque se ha incrementado a niveles alarmantes en los ultimos años.

Como ejemplo de que esta practica ha sido ejercida por los factores del poder politico en Venezuela quiero mencionar el caso del atropello sufrido por el periodista Andres Salazar hace muchos años cuando trabajaba en el Diario La Voz, quien pagó con carcel el haber publicado un hecho de corrupción en el Concejo Municipal de Guaicaipuro.

En esa oportunidad dimos la batalla para liberar al colega demostrandole al Juez, con una jurisprudencia y utilizando la tesis de grado del abogado penalista Orlando Monagas, que los cuerpos colegiados no pueden ser sujeto pasivos por el delito de difamación y que en consecuencia el Tribunal debia ordenar la liberación de Salazar, como asi ocurrió.


El periodismo es pues, una actividad gratificante cuando se ejerce honestamente y de acuerdo a los principios establecidos en el código de ética.


El periodismo se puede definir de diversas maneras, pero en esencia se trata de una actividad profesional que tiene como objetivo recolectar, verificar, procesar y difundir información de interés público a través de distintos medios de comunicación.


El periodismo se basa en la búsqueda de la verdad y la información veraz. Los periodistas deben esforzarse por presentar una visión objetiva e imparcial de los hechos, utilizando diversas fuentes confiables y verificando la información.


La verificación de datos es fundamental en el periodismo. Los periodistas deben comprobar la exactitud de la información antes de publicarla, utilizando técnicas de investigación como la consulta de múltiples fuentes, la revisión de documentos y la realización de entrevistas.


El periodismo va más allá de la simple presentación de hechos. Los periodistas también deben proporcionar contexto y análisis para ayudar a la audiencia a comprender la importancia y las implicaciones de la información.


El periodismo tiene una importante responsabilidad social. Los periodistas deben actuar con ética e integridad, y ser conscientes del impacto que su trabajo puede tener en la sociedad.


El periodismo juega un papel fundamental en la sociedad porque proporciona a las personas la información que necesitan para tomar decisiones sobre sus vidas y su participación en la sociedad, es un pilar fundamental de la democracia, ya que ayuda a garantizar la transparencia y la rendición de cuentas de los gobernantes, protege y promueve la libertad de expresión, que es un derecho humano fundamental del ser humano y proporciona un espacio para el debate público sobre temas importantes para el desarrollo de pais.


En un mundo cada vez más complejo y cambiante, el periodismo es más importante que nunca, por eso los periodistas debemos seguir trabajando para brindar información veraz, confiable y relevante a la ciudadanía, y de esta manera consolidar los valores fundamentales de la democracia y la libertad de expresión.



Yo me siento orgulloso de ser periodista y de haber contribuido durante mis últimos sesenta años a ser parte de la historia en los medios de comunicación.



Me siento honrado también por tener una familia de periodistas, mi esposa, dos de mis hijos también son periodistas y mis otros dos hijos son profesionales que contribuyen con su esfuerzo a mantener en la calle al Diario La Voz.



No ha sido fácil por las razones que he expuesto hoy, pero vamos a seguir luchando por seguir circulando en nuestro país.



Yo invito a los periodistas decentes, aquellos que no han sucumbido ante la tentación de las prebendas a luchar por la justicia, por la verdad, por la libertad de expresión, por la defensa de los derechos humanos, por un país cada dia mejor.


¡SÉ QUE PODEMOS LOGRARLO Y LO VAMOS A LOGRAR!