Prestigio y referencia

Eustoquio Contreras: Toma fuerza la eliminación de la candidatura de Edmundo González al anular la tarjeta de la MUD

Presidenciales 2024 03/06/2024 Vanessa Davies

«Las fuerzas del cambio tienen que seguir haciendo lo que están haciendo y no pisar los peines, las maniobras que está montando el gobierno de llamar a la abstención o de ir a la conflictividad, a la vía violenta, que es lo que quiere el gobierno», indicó el constituyente de 1999 y coordinador del Movimiento Independientes por Venezuela.

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Al que lo mordió macagua bejuco le para el pelo, dicen en el llano. Eustoquio Contreras, constituyente de 1999 y coordinador del Movimiento Independientes por Venezuela, lo aplicaría en relación con el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Contreras anticipa que puede haber, por parte del TSJ, un dictamen adverso para la tarjeta de la MUD o la tarjeta «de la manito». Lo manifiesta el miércoles 29 de mayo, y advierte que puede pasar cualquier cosa.

«Creemos que este es un proceso sui generis, donde no hay campaña electoral en función del voto, sino estrategias políticas por parte del gobierno. Y eso llama mucho la atención cuando el gobierno sabe que, de no pasar nada, lo que se proyecta es una derrota estruendosa. Sin embargo, no lo vemos acortando esa posibilidad por la vía del proselitismo electoral, sino de la maniobra política, y eso es muy peligroso», alerta en conversación con contrapunto.com.

El gobierno «busca crear un ambiente propicio para el fraude electoral, y eso es lo que puede explicar la decisión reciente del CNE de evitar la presencia de la Unión Europea en calidad de observador del proceso electoral venezolana», afirma. Para Contreras el gobierno y actores internacionales sabrían que Maduro no puede ganar las elecciones, se propone un acuerdo para la transición «por la convicción de que Maduro no va a ganar las elecciones». El que crea que los presidentes Lula Da Silva y Gustavo Petro están solos en la propuesta de las garantías políticas para el perdedor de los comicios «no está entendiendo el tablero internacional» y la posición de los países afectados por la diáspora. «Hay países y jefes de Estado que no quisieran verse en la disyuntiva de tener que apoyar o no apoyar a un gobierno presidido por Maduro, si es que se mantiene en el poder por la vía del fraude».

-¿Descarta que Maduro gane la elección?

-No tiene cómo ganarla.

-¿Con votos?

-No le dan los votos. No ha podido desvincular a María Corina del candidato, y ella es la gran electora. El problema es que Maduro no está haciendo campaña electoral, sino creando las condiciones para resolver el problema por la vía de los hechos. No descartamos que la vía judicial sea un instrumento que tengan en mente.

 

-¿Por ejemplo?

-Es muy probable que se concrete la preferencia de eliminar la tarjeta de la Unidad Democrática, que postula a Edmundo González.

-Otras dos tarjetas lo postulan.

-Eso entraría en el concepto de que lo principal se lleva lo subsidiario. En el sistema electoral venezolano es un partido el dueño del candidato; el que postula. Los demás son adherentes.

-¿Al inhabilitar la tarjeta de la MUD se elimina la posibilidad de que sea candidato por las otras?

-Indudablemente. Es una sutileza que puede ser discutible, pero es una realidad en la legislación venezolana. Puedes abrir una interrogante a partir de esta construcción. ¿Por qué, si Maduro no tiene votos para ganarle a Edmundo, no está en campaña, al tiempo que afirma, con mucha fuerza, que habrá elecciones el 28? Lo que quiere decir que parece ser que está descartada la hipótesis de la suspensión de elecciones, si no la de la eliminación, vía TSJ, de la candidatura de Edmundo al anular la tarjeta.

Contreras evalúa que hay muchas formas de fraude, como el ventajismo, «la destrucción de la libertad de expresión y los ataques a los medios de comunicación, una política de utilización de las capacidades económicas del gobierno para hacer campaña electoral, la descalificación del adversario, la judicialización de más de 30 siglas de partidos políticos, la eliminación de la tarjeta y la inhabilitación de candidatos. Todos esos son elementos que, desde hace rato, está jugando y configurando la idea de una conducta oficial, por parte del gobierno, fraudulenta».

La ausencia de la UE «presagia la idea de que Maduro quiere mantener el proceso en la oscuridad; quiere tener los menos testigos posibles para lo que pueda ocurrir de aquí al 28. Maduro debe saber que eso tiene un impacto internacional negativo, en virtud de que es otro balde de agua fría que se le da al Acuerdo de Barbados». Cuando se cierra la puerta a la participación de observación internacional «le estás negando legitimidad al proceso».

Sobre el retiro de la invitación a la UE, puntualiza que no ha ocurrido «ningún problema sobrevenido en las relaciones de Venezuela con la comunidad europea después del pacto de Barbados y de la decisión del CNE de invitarlos. Esas son las cosas que dejan una gran interrogante que debe ser despejada».

Si no hay forma de que González Urrutia sea candidato «hay muchos mecanismos», insiste. «Esta es una lucha por la libertad, por la democracia, que implica elecciones justas y libres. Si no se alcanza en este momento, habrá que seguir luchando por ello, porque lo que sí está claro es que el país se dispuso a los cambios. Lo digo en plural, porque el primer cambio que el mundo ha entendido para que haya solución a los grandes problemas del país es un cambio de gobierno; eso prela ante el otro gran cambio, que es el cambio en la vida económica, social, moral, institucional del país».

Estima que, más allá de los obstáculos, «la gente se dispuso a salir de Maduro, independientemente del tipo de convocatoria que se le ha hecho». Hasta ahora ha sido por la vía electoral y la presión. «Las fuerzas del cambio tienen que seguir haciendo lo que están haciendo y no pisar los peines, las maniobras que está montando el gobierno de llamar a la abstención o de ir a la conflictividad, a la vía violenta, que es lo que quiere el gobierno. Esa agenda ya está establecida, ya tiene ruta y no puede ser modificada, porque si el gobierno hiciese un fraude que implicara suspender las elecciones del 28, lo que haría es correr agónicamente el tiempo de su salida. Por eso al gobierno le interesa la judicialización de la tarjeta de la manito, de la Unidad, porque eso le permitiría realizar las elecciones el 28 y no le permitiría a la oposición una recomposición de su fuerza para competir».

-¿Por qué no?

-Porque no tendría tarjeta. La única tarjeta que en Venezuela tiene la oposición para producir un cambio en el gobierno es la tarjeta de la MUD.

-Pero hay otros candidatos.

-Todos son hechura del gobierno.

-Hay otras tarjetas con otros candidatos. ¿Descartaría eso?

-Hablamos de la judicialización de las siglas políticas. Esas son tarjetas otorgadas, candidaturas aceptadas políticamente para que cumplan un rol, y ese rol es facilitar las cosas a Maduro. Nadie podría aspirar a que cualquiera de esas candidaturas podría sustituir a lo que válidamente representa Edmundo González en los actuales momentos.

-¿No hay plan B? ¿Plan C?

-No.

 

-Si inhabilitan la tarjeta «de la manito», ¿el deseo de cambio se quedó sin candidato?

-Indudablemente. ¿Qué es lo que puede ocurrir allí? ¿Desempolvar a Un Nuevo Tiempo, la candidatura? En todo caso, este es un escenario muy complicado, y sería aventurado pensar qué consecuencias tendría y cuál debería ser el rol y la actitud del liderazgo de las fuerzas del cambio. Pero siempre habría que hacer, y no tengo la menor duda de que el mayor perjudicado sería el gobierno. El problema de esta elección, que no lo registra la elección de 2018, lo podemos recoger en varios aspectos: la opción del gobierno está deslegitimada y negada dentro y fuera del país; ya el fraude está cantado, no hay nada que puedan hacer para que el país no entienda que si se suspenden las elecciones o hay una decisión que anule una competencia legítima, legal, aceptable, no le asigne a Maduro la responsabilidad de ese hecho.

-Maduro dijo que iba a llamar a «la mamá de los diálogos».

-Eso lo ha hecho toda la vida. El problema que tiene Maduro es que no es creíble lo que diga, aunque sea muy bueno o muy noble. Incluso, nosotros queremos creer que el fracaso que Maduro ha registrado no es de mala fe; el problema es que asume un modelo económico, un proyecto de país que no fue viable, basado en el autoritarismo, en la corrupción, en el aparato de Estado, en la represión, en el clientelismo. Acabó con el aparato económico del país. Una diplomacia de micrófono, de «carrito chocón»; una relación política de insultos y descalificación, y aquí ves los resultados. Ese modelo no lo va a cambiar Maduro, porque es el padre de esa realidad. La única manera de que podamos ver un camino de transformación es que se comience con un cambio en el gobierno. Después vendrá un gran debate en el país para ver qué hacer con las grandes definiciones teóricas que requiere la crisis económica, social, moral. No va a ser fácil, porque no tenemos mucho a la mano con qué arrancar. Pero en aras de mantener la gran unidad electoral y política para lograr el primer paso, que es el cambio de gobierno, bien vale la pena no meterse en profundidades programáticas que nos lleven a una división temprana.

Contreras aclara que no ha dialogado con González Urrutia, aunque sí se conocen. «Nosotros no estamos inscritos en la lista de aquellos a los que los apasiona la foto, porque no estamos en plan de buscar sonrisas lisonjeras ni cariños burocráticos. Nosotros queremos aportar, y basta que tengamos elementos de convicción para hacerlo, como lo estamos haciendo»

  

contrapunto.com

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