El pueblo ya decidió y se lanzó a la calle, el dictador resultando un llorón cobarde no le queda más que apoyarse en un vil asesino, a un barrigoncíto teniente que lo tiene agarrado por la pechera y le impide entregar los restos funerarios de un poder exiguo que le queda. Maduro hace días que ardientemente entregar, es un cobarde y los cobardes no pelean, solo corren gallinaceamente, pero Cabello sistemáticamente y con intenciones homicidas se lo impide, el tenientico sueña con el golpe y protagonizarlo, sol que debe apartar a un lado a Maduro y por eso lo entierro cada vez más.
Sin embargo cada hora de resistencia en la calle que pasa, el guiso se ablanda y la carne va tomando el tono que requiere.
Lo más impresionante es que el liderazgo del Presidente electoral Edmundo González y el de María Corina se ha mantenido incolume, está duro y acerado, sin una gruesa y es lo importante, ni un centimetro de calle ha retrocedido por dos unicas razónes, la primera, que el pueblo decidió ser el protagonista de su propio proceso y estará ejerciendo su liderazgo en la calle pase lo que pase, y la segunda, que el liderazgo que lo conduce se ganó su respeto y confianza y con ellos dos iran hasta la victoria siempre.
Recientemente un político colombiano acertó al lanzar por las cadenas de noticias una frase que permanecerá: "No hay Maduro que no se pudra ni Cabello que no se caiga" de aquí en adelante es cosa de de resistir y combatir . El aparato militar, además de brutal y asesino, es pesado y torpe, costoso y difícil de mantener en el ánimo y la fuerza, por eso día que pasa, es u.n día de debilidad que se les acumula. Mientras las fuerzas populares, caminen, se comuniquen y compartan experiencias y se fortalezcan con las pequeñas glorias que adquieren en sus luchas, el pueblo avanza y nunca retrocede. Resistir y respetar el liderazgo expresando ese respeto con la mayor confianza es la clave. ¡Viva la libertad !