Prestigio y referencia

¿Le pediste a los Reyes Magos que los votantes cambien de opinión?

ÁNALISIS Y OPINIÓN 06/01/2024 Daniel Eskibel

Daniel Eskibel

Muchos resultados electorales dependen de que un segmento de votantes cambie o no cambie de opinión.
Eso es sabido.

Por ejemplo en algunas de estas situaciones:

- Estás en la oposición política y necesitas que algunas personas que antes votaron al gobierno ahora voten en su contra.
- Un sector de votantes rechaza a tu candidato y necesitas que cambien hacia una mayor simpatía.
- Algunas personas evalúan de forma negativa un episodio político y necesitas que cambien hacia una evaluación más positiva.
- Estás en el gobierno y necesitas que se disipe el malestar de los votantes contra algunas de tus políticas.
- Muchas personas se han formado una idea equivocada acerca de tu partido político y necesitas revertir eso por lo menos en parte.

En fin, ya entiendes a qué me refiero.

Que alguien cambie una opinión política es de enorme importancia porque vale doble. Por un lado suma un voto hacia un candidato y simultáneamente resta ese mismo voto hacia el candidato al que votaba o pensaba votar antes.
Lo dicho: vale doble.

Pero, pero, pero...
Siempre hay un pero.
Y en este caso el pero es poderoso.

Hacer que alguien cambie de opinión acerca de algo es muy difícil.
Es complejo. Duro. Seguramente ya lo sabes por experiencia.

¿Por qué es tan difícil?
Pues por culpa de un mecanismo bien estudiado por la psicología que se llama resistencia al cambio.
Eso mismo: resistencia al cambio.

Pasa en todos los ámbitos.
Le das una idea a alguien pero ese alguien ya tiene su idea. La suya. Una idea previa, una idea que ya adoptó tiempo atrás, a veces mucho tiempo atrás. Una idea que le cuesta horrores abandonar. Que inclusive le cuesta horrores simplemente poner en entredicho.

¿Y qué hace esa persona?
¿Qué actitud toma frente a la idea nueva?
Pues la mayoría de las veces ni siquiera le presta atención. O la descarta rápidamente. Cualquier cosa con tal de seguir aferrada a su vieja idea ya conocida.

¿Y qué pasa cuando bombardeas a esa persona con tu idea, tan nueva para ella?
Pues que cuánto más la bombardeas más ignora la novedad y más se aparta de ella.

Eso, que pasa en la vida personal, también ocurre en los negocios y en lo profesional.
Eso, además, está en la base misma de la resistencia al cambio político.

De hecho es uno de los mecanismos contra los que más he trabajado como consultor. Porque la enorme mayoría de las veces me han contratado no para mantener todo igual sino para ayudar a cambiar algo.

Una vez fue una empresa multinacional que necesitaba cambiar la percepción pública acerca de sus servicios. Otra vez un candidato que quería ser el primer presidente de su orientación política en la historia del país. Muchas veces opositores que por fin deseaban derrotar al gobierno. Otras veces partidos de gobierno que buscaban revertir su mala imagen. Y multitud de otros clientes necesitando cambios mayores o menores en la opinión pública.

Y siempre la gran muralla ha sido la resistencia al cambio.

Esa experiencia, sumada a mi condición de psicólogo, me ayudó a comprender mejor los mecanismos intervinientes. Y a diseñar una forma de combatirlos efectivamente.

Si ya tienes en tu poder mi Masterclass de Comunicación Política y Profesional te recomiendo que prestes especial atención a las páginas 28, 29 y 30. Allí vas a encontrar una explicación detallada de la resistencia al cambio político y además cinco técnicas específicas para combatirla.

En caso contrario te recomiendo que por lo menos tengas en cuenta que cuando intentas que alguien cambie de opinión no se trata solo de un asunto político.
En el fondo es una cuestión psicológica bastante profunda y muy ligada a la propia identidad de cada persona.

Este simple cambio de mentalidad ya te va a ayudar mucho. Porque si lo piensas así lo planificarás en mayor detalle y lo pensarás más en términos personales que políticos.

Otro recurso al que puedes apelar es a estudiar cómo las marcas comerciales lanzan al mercado nuevos productos. Allí también hay pistas interesantes sobre cómo instalar lo nuevo.

Porque al fin y al cabo lo que quieres es eso.
Instalar algo nuevo en el cerebro de los votantes. Aunque para ello tengas que desplazar algo que ya existía antes.

Si en tu horizonte político o profesional no necesitas que nadie cambie de opinión, pues entonces no le prestes mucha atención a este correo. Pero si es algo que necesitas, entonces te puede ser útil mi masterclass.

En todo caso te puedes informar aquí:

https://danieleskibel.com/master-compol/

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