Otra vez una de conspiración, otra de esas historietas y peliculas de Batman con el Guasón como villano, disfrazada de intento de magnicidio, ya no solo para atentar contra la vida del usurpador superbigote presidente, sino ahora también la de Delcita Rodríguez, Jorgito, Diosdado y como cien más afectos a la dictadura. Comicaménte, de súbito, en un santiamén, de la nada, aparecen como sacados del sombrero de un mago, un espía gringo, dos presuntos terroristas españoles, y ahora para completar, un checoslovaco; falta que metan como terroristas y activos asesinos internacionales a un portugués dueño de una panadería de Catia, desde donde diabolicamente, planificaba su horrible magnicidio, un italiano barbero de La pastora, un musulmán, un argentino enviado por Milei y un confundido Salvadoreño mano derecha y asesor de Bukele.
Pero algo más, como para hacer más cómica la burda trama, metanme a un brasileño experto en explosivos para vengarnos de Lula y a un colombiano primo lejano de Pablo Escobar para que Petro sea serio. Luego para completar la escena exhiben en mesas y amplios espacios de escritorios, terroríficas pistolas, revólveres, ametralladoras, misiles israelíes, bazucas, granadas, rifles, mazos y hasta bombas Molotov.
Deberían cambiar el cuento y contarnos una de vaqueros o de Caperucita y no esas fastidiosas historias extraídas de una película de Tin Tan y su inseparable carnal Marcelo.
Pero, ahora en serio, lo importante para ellos no es que las crean o no, lo importante es que las redes, la opinión publica, se aparten de lo que verdaderamente está pasando, que la prensa mundial no los sigan denunciando por sus crímenes, torturados y por el robo mayúsculo de las pasadas elecciones, y lo mas importante, que se olviden de sus mayores dolores de cabezas, María Corina y el presidente legítimamente electo, Edmundo González Urrutia.
Samuel Ruh: Abogado. Dirigente gremial y político.