Prestigio y referencia

¿ENTRAMPADO?

Información Política e Internacional 07/10/2023 Carlos Giménez

El régimen de Nicolás Maduro está en una posición bastante compleja en relación con la primaria. Si deja que se realicen es un riesgo porque el resultado podría empoderar y legitimar aún más el liderazgo de María Corina Machado, lo que podría incidir en la imposibilidad de impedir su participación en las presidenciales con aquella inhabilitación ilegal y exprés. Si aborta el proceso con una decisión judicial deberá afrontar el costo político, ya que una acción como esa perturbaría sus conversaciones con el gobierno de Estados Unidos y la posibilidad de obtener una mayor flexibilización de las sanciones.

Falta un poco más de dos semanas para el 22-O y el chavismo nunca se imaginó estar en esta situación. ¿Por qué? Porque ellos confiaron que su estrategia para implosionar la primaria, junto a sus socios del G4 sobre todo Manuel Rosales, iba a funcionar y resulta que no funcionó. Cuando la Comisión Nacional de Primaria acudió al Consejo Nacional Electoral con el fin de explorar el apoyo técnico, colocaron condiciones que les garantizaban el control del proceso y al final eso nunca cuajó. Luego demolió la directiva del CNE para que la CNdeP no continuara con las conversaciones y eso tampoco funcionó. Posteriormente, tenía fe de que para la oposición era imposible llevar adelante un proceso manual con tan poco tiempo, pero resulta que sí pudieron y hoy la primaria sigue su marcha sin ningún apoyo del Poder Electoral. Una de las últimas cartas que se jugó el oficialismo, fue la decisión del CNE de ofrecer “asistencia técnica y legal”, pero moviendo la fecha de la elección para el 19/11 y la CNP dijo claramente no sólo que la fecha no se movía, sino que de nuevo aclaró qué podría necesitar del CNE. Hasta ahora no ha obtenido los resultados que esperaba, a pesar de que ha puesto en marcha estas y muchas otras jugadas más. Hay que reconocer que la Comisión Nacional de Primaria ha actuado de forma inteligente. Nunca dijo que no a la propuesta del Consejo Nacional Electoral, pero tampoco dijo que sí. Se limitó a aclarar qué era lo que había solicitado a mediados de año, además de ratificar que la situación actual es diferente a la que había para aquel momento. Hasta ahora la CNdeP no le ha dado “razones” al chavismo para sustentar una decisión del Tribunal Supremo Electoral contra la primaria, pero eso no quiere decir que en su desesperación el oficialismo no incurra en el error de usar su bufete particular para impedir a la fuerza la realización de la consulta del 22-O. Sin embargo, como en el chavismo están acostumbrados a tratar de apagar el fuego con gasolina, no sería extraño que en los próximos días y quizás horas, el TSJ emita una sentencia que pretenda obligar a la CNdeP a aceptar las condiciones del CNE para realizar la primaria el 19 de noviembre o quizás en una fecha posterior, amenazando que de no aceptar el proceso no podría realizarse y los integrantes de la comisión serían acusados de desacato.

Una acción como esta en vez de favorecer los intereses de Maduro y su banda, más bien sería contraproducente porque tendría un fuerte impacto en sus conversaciones con la comunidad internacional, sobre todo con EEUU. ¿El oficialismo tomará el mismo camino que Daniel Ortega en Nicaragua? Lo dudo porque sería maximizar el costo político y sus objetivos son otros. Incluso, en este punto hay que recordar que en el chavismo son de “rosca al revés” y cuando muchos pensamos que tomarán un camino, ellos deciden tomar otro. Por eso no hay que descartar una sentencia del TSJ contra la primaria, pero tampoco hay que desechar la idea de que dejen que el proceso se complete y después ver cómo hacen para manejar los eventos posteriores. El tema llegó a tal punto, que haga lo que haga es un riesgo para el chavismo. Esperemos los acontecimientos...

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