Descubierto un tratado astronómico perdido de Ptolomeo en la abadía de ‘El nombre de la rosa’

ARTE Y CULTURA 24 de marzo de 2023 David Ruiz Marrull - La Vanguardia
PTOLOMEO
ABADIA

En plena Edad Media, la biblioteca de la abadía de Bobbio contaba con libros que trataban todas las ramas del conocimiento, tanto humano como divino. Eran más de 600 volúmenes que convirtieron este lugar fundado por San Columbano en el año 614 en una de las colecciones de manuscritos más importantes de Italia en esa época.

Sus blancos edificios de piedra, sus oscuros pasadizos y su bucólico entorno montañoso inspiraron al escritor Umberto Eco para su famoso libro El nombre de la rosa, esa novela negra plagada de asesinatos y ritos que fue adaptada al cine por Jean-Jacques Annaud y contó con Sean Connery y Christian Slater como protagonistas.

Un palimpsesto con historia

 

palimsesto
LA ABADIA DE BOBBIO

De Bobbio salió hace un tiempo un palimpsesto (un manuscrito elaborado a partir de un pergamino ya utilizado anteriormente) que actualmente se conserva en la Biblioteca Ambrosiana de Milán. Ese documento contenía un texto latino de las Etimologías de Isidoro de Sevilla. Pero debajo había algo más.

Investigadores de la Universidad de la Sorbona y la Universidad de Nueva York han descubierto que las hojas del pergamino fueron borradas en el siglo VIII para su reutilización. En el proceso, sin embargo, se destruyó un importante tratado astronómico escrito por Claudio Ptolomeo en el siglo II antes de Cristo.

Veneranda Biblioteca Ambrosiana
El contenido original, que se creía perdido, fue desenmascarado usando imágenes multiespectrales que han permitido a Victor Gysembergh, Emmanuel Zingg y Alexander Jones descifrar e interpretar el documento, que contiene la descripción más antigua conocida de un instrumento científico llamado Meteoroscopio, según explican en un artículo publicado en la revista Archive for History of Exact Sciences.

Esta herramienta permitía a los matemáticos calcular alturas y distancias. Ptolomeo la inventó específicamente para “mejor precisar los sitios de los lugares y saber las distancias que tenían los uno de los otros y para qué parte estaban situados, si para Septentrión o para Oriente o lo que estaban desviados por algún otro particular respecto o inclinación”, según recoge Alonso de Santa Cruz en su Libro de las longitudes (1567).

Había tres textos científicos griegos: uno de autoría desconocida sobre mecánica matemática y catóptrica, conocido como Fragmentum Mathematicum Bobiense (tres hojas), Analemma de Ptolomeo (seis hojas) y un texto astronómico que hasta ahora ha permanecido sin identificar y casi en su totalidad sin leer (seis hojas).

Para obtener las imágenes multiespectrales, los expertos contaron primero con la ayuda de la empresa francesa Lumière Technology y, más tarde, con un equipo internacional formado por EMEL (Early Manuscripts Electronic Library), Lazarus Project, Rochester Institute of Technology y la empresa MegaVision Inc.

“El documento, que tiene lagunas, describe la construcción y el uso de una esfera armilar de nueve anillos, identificable como el Meteoroscopio. Este importante descubrimiento arroja nueva luz sobre la historia de la astronomía en la Antigüedad y sobre los inicios de la historia de la ciencia. En particular, proporciona una mejor comprensión del método científico utilizado por los antiguos astrónomos para realizar sus mediciones”, concluyen.

Reportaje original

 

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