PENSAR, DECIR Y HACER
EL DESPOJO II
Nelson Rojas [email protected]
“Uti possidetis iuris, como poseías, poseerás.”
El 7 de julio del 2020, publiqué por el Diario Yaracuy al Día y por la página Web de Alfayaracuy, mi opinión acerca de la disputa fronteriza entre Venezuela y Guyana. Actualmente, Venezuela comparte junto con su frontera colombiana una gran cantidad de problemas sociales y políticos, como por ejemplo la presencia de fuerzas guerrilleras en la línea fronteriza, la alta cantidad de contrabando ilícito que entra al territorio nacional.
Con la llegada del Presidente Petro a Colombia, se espera que las cosas comiencen a cambiar. La política exterior de Venezuela nunca ha utilizado las armas para rechazar el despojo de nuestro territorio. Desde 1830 para acá, hemos perdido más de 300 mil kilómetros cuadrados, en relación a la superficie que heredamos legítimamente de la Colonia. A lo largo de toda nuestra historia republicana, Venezuela ha sido yugulada, victima en las disputas con los países vecinos. Desde 1941 hemos perdido el 25% de territorio. Esto fuera de los 159.542 km2 del Esequibo, que está en reclamación y que por cierto, el 30 de junio del año 2020, se realizó la audiencia oral con la intervención de la Corte Internacional de Justicia, la cual no tiene jurisdicción en este caso.
No obstante a ello, el pasado día jueves 6 de abril de este año 2023, fue pública y notoria la audiencia magistral de la Corte Internacional de Justicia, la cual sesionó para dirimir el conflicto territorial que mantiene Venezuela con la Colonia Británica de Guyana. (Será un proceso interesante donde el Reino Unido no transige; pero Venezuela tampoco, porque nos asiste una verdad histórica reconocida). Según el Dr. Samuel Moncada, agente plenipotenciario de Venezuela, con un equipo de expertos juristas, han informado al país que soplan buenos vientos; que no es así como opina la mediática toxica, que por sus ambiciosos y subalternos intereses, no les conviene el éxito de Venezuela.
Indudablemente que la trapisonda es direccionada por el Imperio Británico, el Gobierno de Guyana y los EE.UU con sus empresas transnacionales como la Exxon Móbil. Planifican un zarpazo cuando pretendieron convocar arbitrariamente a la Corte, en una Audiencia exasperada para despojarnos del Esequibo.
Aprovechan la situación de crisis, bloqueos, guerra económica y la pandemia, para adueñarse de un territorio de exuberante riqueza petrolera. Y que expresar de las exigencias de Colombia desde 1958, cuando planteó tener derechos en aguas marinas y submarinas en el golfo de Venezuela. (Lago de Maracaibo). Acuerdos, laudos y tratados infames facilitaron la mutilación del territorio venezolano. El drama que se inició, a seis años de la Independencia, en 1830, cuando en la Constitución de ese año se trató trazar nuestros límites en función del principio UTI POSSIDETIS IURIS, que en Derecho Romano significa “ como poseías, poseerás” y Colombia se negó a reconocerlos.
En medio de estas divergencias hemos sido amenazados, sometidos al arbitraje de saqueadores chocantes, como fue con el Laudo de 1883, cuando Colombia pidió que el árbitro fuera el Rey de España y perdimos 150 km2 en el Sur. En el laudo de Paris, 1891, sobre el caso del Esequibo, donde decidieron delegados de EE.UU, Inglaterra y un Ruso. No participó ningún venezolano, fue tan descarado el despojo a Venezuela en el Esequibo, que dicho laudo parcial impuesto, más tarde, fue declarado nulo.
Ahora la legitima reclamación del Esequibo se pretende utilizar como razón para bloquearnos en la desembocadura del Orinoco, donde países expoliadores, globocolonizadores y terrofàgos, con sus agencias de seguridad como la CIA, de EE.UU, el Mossad Sionista de Israel y el Reino Unido, complotados con el Gobierno de Guyana, han otorgado concesiones a más de 6 empresas petroleras para que expolien el Esequibo y nos roben el petróleo. Hoy, las condiciones políticas y geopolíticas son otras. Venezuela no es el país inerme de 1891 ni el de 1941 cuando el presidente Eleazar López Contreras, cuatro días antes de entregar el gobierno al General Isaías Medina Angarita, viajó a la ciudad de El Rosario de Cúcuta, para firmar el tratado de límites con Colombia, con el cual se consolidó el despojo de territorios, en la Guajira y en las riberas del Rio Meta hasta el Orinoco. Hoy no será fácil dominarnos y llevarnos al despojo y descrédito internacional. Ya basta. Ni un centímetro más de. El Esequibo es de Venezuela, de ahí la importancia de que todos los venezolanos y venezolanas rememos en la misma dirección para evitar nos despojen y expolien nuestro territorio. Ojo avizor.
Nelson Rojas: Dirije la columna PENSAR, DECIR Y HACER. Profesor, critico y columnista de la prensa escrita y digital.
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