Lo que pide Ilenia Medina y el decreto de Pinochet que le quita la nacionalidad a Orlando Letelier 10 días antes de asesinarlo. Por Nicmer Evans

Nacionales 09 de agosto de 2023 Nicmer Evans

Grupos comparan solicitud de Ilenia Medina al decreto de Pinochet que allana el camino para quitarle la nacionalidad a Orlando Letelier. 

Letelier

El 1 de septiembre de 1976, Augusto Pinochet, como jefe de la Junta Militar en Chile, lideró la firma de un decreto que le quitaba la nacionalidad chilena a Orlando Letelier, ex canciller y ministro de Defensa durante el gobierno de Allende. Letelier era uno de los políticos más activos e influyentes en denunciar los abusos de la dictadura. Después de ser encarcelado en diferentes lugares, Letelier trabajaba en un think tank de izquierda en Washington y en el Transnational Institute en Amsterdam.

La dictadura centró su atención en Holanda, acusando a Letelier de incitar a un boicot a las exportaciones chilenas. Sin embargo, no mencionaron la incansable labor política de Letelier al trabajar con parlamentarios y líderes sociales estadounidenses.

El decreto afirmaba que Letelier “realizaba una campaña publicitaria en el extranjero destinada a aislar políticamente, económicamente y culturalmente a Chile”. Señalaba que en Holanda, Letelier “había incitado a los trabajadores portuarios y transportistas del país a boicotear las mercancías chilenas”.

El decreto fue firmado por un grupo de 15 ministros. Entre ellos al general Fernando Matthei, ministro de Salud en ese momento; al general Raúl Benavides, ministro del Interior; a Miguel Alex Schweitzer, ministro de Justicia; al ministro de Trabajo, Sergio Fernández; y al ministro de Economía, Sergio de Castro.

Además de denunciar las violaciones a los derechos fundamentales, Letelier también advirtió sobre los estragos que causaría la instalación del sistema neoliberal traído por los economistas de la Universidad de Chicago, encabezados por De Castro. Letelier escribió un ensayo al respecto 25 días antes de ser asesinado.

Se sabe que Pinochet personalmente ordenó colocar la bomba que mató a Letelier. Lo que hace que las palabras del ex canciller de Allende tengan cada vez más peso.

Vargas Llosa en Perú otro caso casi consumado
En Perú, se produjo un caso que generó un gran impacto, aunque finalmente no se concretó, y fue el del reconocido escritor Mario Vargas Llosa.

Durante los años 1992 y 1993, surgieron rumores sobre la posibilidad de que el Gobierno de Alberto Fujimori, quien había derrotado a Vargas Llosa en las elecciones, le quitara su nacionalidad peruana.

Ante esta situación y tras el autogolpe de Fujimori, España decidió otorgarle la nacionalidad española a Vargas Llosa por temor a que se convirtiera en apátrida. Esta medida se tomó para garantizar la protección y los derechos del escritor en caso de que perdiera su nacionalidad peruana. Sin embargo, finalmente Fujimori no se atrevió a llevar a cabo la acción de despojar a Vargas Llosa de su nacionalidad.

 Ortega en Nicaragua y los pasos de Pinochet


Cuando la revolución sandinista triunfó en Nicaragua en julio de 1979, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, ahora “desnacionalizado”, fue uno de los cinco miembros de la Junta de Gobierno que ingresaron triunfalmente a la Plaza de la Revolución en Managua.

Ramírez, ganador del Premio Cervantes 2017, se encontraba en la parte superior de un camión de bomberos junto a otros cuatro miembros de la Junta de Gobierno, incluido el actual presidente y coordinador, Daniel Ortega. Todos celebraban la caída de la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.

Sin embargo, Ramírez, quien se exilió en España en octubre de 2021 después de recibir una orden de detención por parte de su antiguo compañero, ha pasado de ser protagonista de la revolución y vicepresidente de Nicaragua (1985-1990) a convertirse en un traidor a los ojos de Ortega. Casi 44 años después de esa icónica foto en la Plaza de la Revolución, Ortega lo ha “desnacionalizado” por estar en la acera opuesta.

 
En un discurso el pasado 9 de febrero, Ortega acusó a Ramírez de traidor y mercenario. Esto por cuestionar su gobierno y sugerir una negociación con la oposición. Posteriormente, el Tribunal de Apelaciones de Managua retiró la nacionalidad a Ramírez y otros 93 nicaragüenses, incluyendo a Moisés Hassan y Luis Carrión, quienes también fueron miembros de la Junta de Gobierno.

Incluso figuras históricas como Dora María Téllez, quien arriesgó su vida en el asalto al Palacio Nacional para liberar a presos políticos durante la lucha contra la dictadura de Somoza, y Víctor Hugo Tinoco, quien ocupó el cargo de vicecanciller durante el gobierno sandinista, también fueron despojados de su nacionalidad.

Este acto de “desnacionalización” por parte del gobierno de Ortega ha generado controversia y ha sido ampliamente criticado tanto a nivel nacional como internacional. Se considera una medida represiva y una violación de los derechos humanos, ya que priva a los ciudadanos nicaragüenses de su identidad y pertenencia a su país.

Sergio Ramírez, en particular, ha pasado de ser un destacado líder revolucionario a un crítico del gobierno de Ortega. Sus opiniones y análisis sobre la situación política y social en Nicaragua han sido considerados como una traición por parte de Ortega y su administración.

Este conflicto entre Sergio Ramírez y Daniel Ortega refleja las divisiones profundas y la represión política que se vive en Nicaragua en la actualidad. Mientras que Ramírez continúa defendiendo los valores democráticos y los derechos humanos, Ortega busca consolidar su poder y eliminar cualquier forma de oposición.

La “desnacionalización” de figuras prominentes como Ramírez es un claro intento de silenciar a la oposición y mantener un control autoritario sobre el país. Sin embargo, la valentía y la resistencia de aquellos que han sido afectados por esta medida demuestran que la lucha por la libertad y la justicia en Nicaragua está lejos de terminar.

 
Solo dictaduras en los últimos tiempos han utilizado la desnacionalización como arma política, caso Venezuela


Además del caso consumado en Chile y Nicaragua, y medidas aproximadas en Cuba, o lo que pasó en Perú, ahora se suma Venezuela. El anuncio de una medida que sumaría al país en el privilegiado lote de países que bajo regímenes autocráticos toman medidas fascistoides contra su oposición política, colocan los alertas mundiales.

La diputada chavista Ilenia Medina ha revelado que un grupo de la Asamblea Nacional, controlada por Nicolás Maduro, considera reformar la Constitución para enjuiciar a opositores y revocarles la nacionalidad, así como Pinochet lo hizo para quitar la nacionalidad a Orlando Letelier en Chile.

Medina dijo que la propuesta se debe a que los opositores “traicionan” al país al solicitar sanciones. También acusó a los opositores de “horadar nuestra patria” y de “romper los lazos espirituales” con Venezuela. Lo mismo que puede leerse en el decreto de Pinochet contra Letelier.

Textualmente afirmó:

 
“Hay un grupo de gente que quiere proponer que la Constitución tenga reformas importantes como por ejemplo y que esas conductas reprochables, criminales, de estos personajes quede por escrito, signifiquen la pérdida de la nacionalidad”.

Ante la insistencia del periodista reafirmó que la propuesta viene “de gente que dice que está evaluando que hasta cuándo se permite que se continúe horadando nuestra patria, es fuerte porque ellos rompieron lo mas importante de cualquier ciudadano de cualquier país del mundo con su patria, que es romper los lazos espirituales. Qué ha hecho Leopoldo, qué ha hecho Julio Borges, son igualitos, son la misma raza”.

Las declaraciones de Medina han sido criticadas por diversos sectores, que las consideran un nuevo zarpazo a las libertades en Venezuela. Las personas compararon esta propuesta del régimen venezolano a conductas como las que tiene Daniel Ortega contra los opositores en Nicaragua.

Otro grupo lo compara al decreto de Pinochet que allana el camino para quitarle la nacionalidad a Orlando Letelier y después asesinarlo en Washington. Asociando la solicitud de Medina más a medidas de gobiernos extremistas de derecha autocrática que a gobierno seudoizquierdistas como el de Ortega.

Algunos de los calificativos escritos en redes sociales a las declaraciones de Medina son: “Extremadamente grave”; “apología del delito”; “fascismo puro”; y “aberración”.

El periodista Mario Villegas afirma en su cuenta Twitter:

“A la aberración que no llegaron los dictadores militares Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, ni los adecos Betancourt y Leoni en tiempos de la lucha armada: quitarle la nacionalidad a los opositores radicales. Y eso que se hacen llamar Patria para “Todos”. Para todos ellos”.

 

Producido por Nicmer Evans, publicación de Punto de Corte CLIC

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