Cuando digo maleficio no me refiero a hechicería y cuestiones sobrenaturales.
Nada de eso.
Simplemente uso la palabra maleficio en un sentido figurado para referirme a esas situaciones negativas que se nos repiten una y otra vez.
O sea a patrones reiterativos que siempre nos conducen a malos resultados.

Las campañas políticas tienen mucho de eso.

- Parece un maleficio, perdimos otra vez -suelen decir algunos políticos con voz resignada.

Y de alguna manera es un maleficio, pero en el sentido que te decía antes. Un patrón repetitivo. Pero ojo: ese patrón repetitivo no es la derrota misma ni es una fatalidad mágica. Es un encadenamiento de errores que se cometen antes de la derrota. Que conducen a la derrota.

Ese patrón repetitivo es invisible. Se repite tantas veces que ya no se ve, no se percibe, no se evidencia.
Pero está allí.
Operando en silencio.

Para romper ese maleficio es que preparé el curso que ofrezco por pocos días más.

Al finalizar este curso tendrás una serie de habilidades poco frecuentes en la dirección de campañas políticas. Entre otras cosas, serás capaz de:

* Planificar una campaña política. Cuando casi nadie sepa por dónde empezar, tú podrás guiarte por un plan con objetivos claros.

* Diseñar una estrategia. La mayoría de tus colegas seguirá improvisando, pero tú sabrás exactamente hacia dónde ir y cómo llegar hasta allí.

* Tomar buenas decisiones. Todas las derrotas nacen de malas decisiones que nadie supo ver a tiempo. Tú tendrás herramientas para detectar errores y decidir mejor.

* Administrar mejor los recursos de campaña. Tendrás un concepto claro acerca de cómo aprovechar mejor los recursos humanos y materiales que tengas disponibles. De esta forma podrás evitar tanto el despilfarro de dinero en publicidad mal dirigida como el desperdicio de personas haciendo tareas ajenas a su perfil.

* Lograr una comunicación política más persuasiva. Para ganar hay que convencer y para eso hace falta precisión y puntería. En ese rubro estarás muy por encima del promedio y te convertirás en uno de los mejores recursos de tu organización.

* Aplicar la psicología a la política. Los votos se deciden en el cerebro del votante pero en las campañas nadie sabe como funciona ese vital engranaje. Lo que vas a aprender en el curso se convertirá, en ese plano, en un gran diferencial.

* Resolver los diversos problemas que surgen en campaña. Muchos andan por el mundo con una única receta para un único problema. Pero tú podrás encarar y solucionar cuestiones organizativas, de alianzas, de negociación, de timing, de ataque, de defensa, de encuestas, de equipos, de comunicación y de liderazgo.

* Mantener con calma el rumbo de la campaña. Cuando todos se desconcierten ante eventos inesperados, tú podrás sostener con tranquilidad la estrategia de la campaña.

¿Te estoy prometiendo beneficios mágicos?
No.
¿Te estoy prometiendo que vas a ganar la próxima elección?
Tampoco.

Lo que te aseguro son algunos beneficios bien definidos y alcanzables.

Lo que te aseguro es que vas a aprender habilidades que son esenciales para el triunfo. Habilidades que luego tú tendrás que llevar a la práctica con esfuerzo, con dedicación y con disciplina. Porque sin esfuerzo, dedicación y disciplina no habrá ningún curso que te ayude.